NUESTRO ÁRBOL

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"El que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija"

EL PROYECTO EDUCATIVO A DEBATE (I)

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El arte de encender los ojos








Hay muchas escuelas de padres y de madres. Seguro que existen tertulias por otros centros. En el  nuestro hay una Escuela de Padres y Madres y una Tertulia Pedagógica.  Desde hace tres años, no hemos parado en una tranquila, pausada y fecunda siembra de encuentro, diálogo y aprendizaje. Unas veces hemos sido 12, otras quince, a veces más de cuarenta, otras veinte o veintitantos y el lunes, el lunes, hemos sido 35. ¡Pero qué importa la cantidad! Estas acciones no pueden medirse por el número de asistentes, sino por la intensidad de las emociones de lo vivido. Por primera vez, por ejemplo, asistió una alumna. Como casi siempre, allí estuvo un grupo fiel de madres, sobre todo madres, (también, abuelas) y algunos padres que no pierden la ocasión de compartir estas horas de la tarde en que el centro descansa del ajetreo de los seiscientos alumnos y casi sesenta profesores que lo habitan cada mañana. Las más de las veces hemos salido contentos. Pero el lunes 13, este lunes pasado, la sonrisa de satisfacción de ese aprender juntos fue más permanente que nunca. Alguien intentó y logró tocarnos dentro, muy adentro ¿El corazón? ¿El alma? José María Toro, maestro, educador, maestro de maestros, sabio y mago de palabras con magia, supo llevarnos al huerto donde crecen la luz y la esperanza de una Escuela distinta, de una Escuela animada  y regada por el arte y el deseo de “encender los ojos”. Es difícil atrapar en unas cuantas palabras las muchas semillas y emociones de su lección: “Estoy por una Escuela 3.0. La escuela “TIC” está generando niños demasiado nerviosos” “Nos han secuestrado el descanso y el tiempo, nos han negado el ocio y han impuesto el neg-ocio” “Hay que mirar a los ojos de los niños con el corazón, que es el órgano de la escucha (tiene aurículas y está formado por dos orejillas ¤)” “Hay que lentificar la vida, debemos estar lentos, dotarnos de “ta-lento”, la vida no puede estar al servicio del horario, sino el horario al servicio de la vida; debemos ir con pausas, sin prisas, tenemos que pararnos y volver a pararnos, es decir, re-pararnos…” “Los niños de hoy viven una desestructuración emocional: tienen un exceso de lo innecesario y una carencia de los necesario” “Esa Escuela que enciende los ojos de nuestro niños y jóvenes no puede construirse por decreto, debe hacerse lentamente, con paciencia histórica, poco a poco, de dentro hacia fuera y de abajo hacia arriba, con educadores que sean adultos centrados desde el amor” Porque no olvidemos que “los huevos de aves cantoras, empollados por aves no cantoras, dan polluelos no cantores”.

Si eres padre o madre, si eres alumno o alumna, si no eres nada de eso, si sencillamente eres,  me gustaría animarte a venir a la próxima Escuela de Madres y Padres y a la próxima Tertulia. No te lo pienses. En cualquier caso, deja aquí tus comentarios. Nos gusta pensar que estás ahí.  

1 comentario:

  1. Ángela Saavedra 2º Bachillerato19 de diciembre de 2010, 10:38

    El lunes 13 de Diciembre viví una experiencia que no olvidaré, al igual que todos los asistentes a una magnífica tertulia con José María Toro. Fue un día muy especial, todos sentimos algo que es inexplicable al salir del instituto, donde esas horas pasaron como pocos minutos.
    La verdad es que la tertulia hace pensar mucho sobre el sistema educativo de hoy en día, al igual que pensar en como son los profesores y como podríamos mejorar todo esto, aunque se ve bastante lejos.
    En el tema de educación, los niños tienen que tener unos profesores que realmente les gusten su trabajo, y que eduquen con el corazón, que cuando vean a un niño con problemas quieran encenderle sus ojos, esos ojos que divagan a veces sin rumbo. Además la autoestima es muy importante, un profesor tiene que sentirse bien consigo mismo para hacerle ver a los alumnos que se siente seguro, y así el alumno aprenderá a valorarse él mismo.
    La tecnología invade la vida de los más jóvenes, que cada vez se preocupan menos de cosas realmente importantes, y luego decimos que no tenemos tiempo. José Maria nos trajo todo el tiempo del mundo, nos hizo ver que hay que hacer todo con tranquilidad sabiendo organizarte bien, sin importar el tiempo, lo importante es hacer las cosas con amor y dedicación.
    Esta ha sido mi primera tertulia, y espero poder asistir a muchas más, y yo desde aquí os animo a que paséis un buen rato y os unáis.

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